LA NOBLEZA MENORQUINA:
LOS LINAJES OLIVES Y QUART
1287
La concesión de títulos nobiliarios en Menorca puede clasificarse en dos grupos. En primer lugar, los supuestamente concedidos por los reyes Alfonso III de Aragón y Jaime II de Mallorca tras la conquista cristiana de 1287, que supuso el fin del periodo andalusí de la historia de la isla, de los cuales no se tienen evidencias claras debido a la destrucción de archivos en el asalto otomano de 1558. Y, en segundo lugar, los títulos de nobleza concedidos a partir de la segunda mitad del siglo XVI por los monarcas españoles de las casas de Austria y de Borbón por servicios o donaciones a la Corona o a la Iglesia.
1818
El condado de Torre-saura, título concedido en 1818 por el rey Fernando VII a Bernardo Ignacio Olives Olives (1767-1833), corresponde a este segundo grupo, si bien cabe referirse al entronque familiar de los Olives —quienes ya ostentaban ilustre prosapia con anterioridad— con otro antiguo e insigne privilegio de caballería concedido por Felipe II a Juan Quart Riudavets en 1589, descendiente de Bernardo Quart, cuya hidalguía y posesión de Torre d’en Quart habría recibido de Alfonso III tras la conquista. Precisamente el palacio en el cual nos encontramos se asienta en parte sobre la antigua casa Quart.
I Conde 1818 - 1833
II Conde 1833 - 1864
III Conde 1864 - 1876
IV Conde 1876-1902
V Conde 1902-1966
VI Conde 1966-1995
PALACIO TORRE-SAURA
El monumental palacio de Torre-saura permite al viandante intuir la alta alcurnia de la familia que lo promovió y lo habitó. De aproximadamente 6.000 m² de superficie y flanqueado por las extensas fachadas neoclásicas que se abren a la calle Major des Born y a la plaza de Es Born, fue concebido en su aspecto actual en el siglo XIX. Resultado de sucesivas reformas, los planos son obra de Ramón Gelabert y del ingeniero militar Ildefonso Hernández. El estilo arquitectónico del edificio, visiblemente contextualizado en esencia a peculiaridades mallorquinas, presenta en su concepción sólidas reminiscencias de la arquitectura italiana y francesa.
La fachada de la calle Major des Born, de sobrio equilibrio y gran simetría, acoge la puerta principal del palacio, enmarcada entre dos columnas de estilo jónico y coronada por el archifamoso rostro de ojos velados, cuyo significado ha dado lugar a diferentes leyendas y especulaciones. La más extendida se refiere a una infundada animadversión hacia la casa de enfrente, aunque con seguridad se trata de un símbolo romántico de bienvenida o de acogimiento sin «mirar», juzgar o tener en cuenta la condición y procedencia del visitante.
La fachada de la plaza de Es Born se compone de dos grandes logias de inspiración italiana con arcadas de medio punto entre pilastras con capiteles de orden compuesto, situadas en ambos extremos de la fachada, y una portalada central rematada con el escudo condal. El edificio se corona con doce hidrias ornadas de flores situadas sobre las logias y dos egregios bustos en la balaustrada que cierra la terraza superior, a ambos lados del portalón de carruajes.
El escudo condal contiene los apellidos Olives —representado por un brazo armado sosteniendo una rama de olivo—, Quart y Riudavets, y se circunscribe en la bíblica frase en latín «Olibas habebis in omnibus terminis tuis» (tendrás olivos en todos tus términos). A ambos lados del blasón hay representadas sendas quimeras aladas con cabeza y medio cuerpo de león y cola de dragón. Dos imponentes figuras de atlantes custodian la entrada, sobre la cual hay esculpida una cabeza de león con un aro en la boca como elemento apotropaico de alejamiento del mal.